SANTO DOMINGO, RD.- A pesar de que decenas de jóvenes banilejos han perdido sus vidas en sus frustrados viajes hacia Estados Unidos en diferentes momentos, dejando huellas imborrables de luto, tristeza, deudas económicas, huérfanos y viudas, los banilejos continúan pagando sumas millonarias a quienes han hecho de esos viajes un negocio que deja grandes beneficios a sus organizadores.
Los viajes en busca del llamado “sueño americano” concitan el interés de segmentos importantes de la juventud banileja, tanto de la zona urbana como rural, quienes son motivados por familiares y amigos a emprender la aventura por tierra o por mar como forma de agenciarse recursos económicos para hacerse de bienes materiales y otros recursos como tienen en Baní aquellos que emprendieron la odisea.
De acuerdo a datos obtenidos por este corresponsal, cada semana más de 15 jóvenes de ambos sexos, emprenden la aventura que le ofertan los llamados “coyotes” y buscones que viven en esta ciudad, quienes les agencian visas hacia países de América Central o islas del Caribe o pasajes a países donde no se necesitan visas para desde ahí emprender la travesía hacia la frontera con Estados Unidos con México.
Una fuente, a condición de mantener el anonimato, reveló que en Bani residen y hacen vida normal en sus actividades de búsqueda de viajeros, ciudadanos de México, Colombia, Venezuela, Guatemala, peruanos y otros países, quienes residen en zonas residenciales de alto costo, quienes cuentan con personas que en esta ciudad hacen los contactos de lugar con los pasajeros y sus familias a los fines de emprender la aventura por una “mejor vida”.
No importa si son hijos de periodistas, profesoras, comerciantes, funcionarios públicos, agricultores, profesionales o humildes familias de barrios y comunidades rurales, los jóvenes banilejos emprenden la aventura dejando sellado compromisos de préstamos hipotecarios o personales, o en el mejor de los casos familiares y amigos le financian dichos viajes que tiene que ser pagado una vez lleguen a Estados Unidos y son empleados por sus patrocinadores.
Producto de la bonanza y el llamado progreso y bienestar que exhiben familiares de los que emigran residentes en barrios y comunidades de Bani, resulta difícil contratar mano de obra para labores agrícolas, de la construcción y otras áreas de la económica banileja, dando paso a la mano de obra haitiana y otras nacionalidades como venezolanos, colombianos, peruanos, mexicanos y otros países.
Hasta ahora la ruta más usada es por la frontera con México, además de otras alternativas como es en yola hacia Puerto Rico por playas del Este del país, o por las islas Bahamas.
Los banilejos que logran llegar a Estados Unidos logran realizar inversiones en negocios inmobiliarios y préstamos hipotecarios, financiación y compra de residencias y apartamentos en urbanizaciones, centros de diversiones y ventas de bebidas alcohólicas, restaurantes y otras áreas de la economía local, actividades que en mayor o menor medida dinamizan la sociedad banileja.