LeBron James tenía tarea y la cumplió mucho más allá de las expectativas; en especial durante la última semana.
James prometió un campeonato a la región que lo vio nacer como física y profesionalmente y este domingo cumplió de sobrada manera.
Los Cleveland Cavaliers, encabezados por James, derrotaron 93-89 a los Golden State Warriors para convertirse en el primer equipo campeón en la historia que se recupera en las Finales de una desventaja 1-3.
"La gente de esa región ha estado sin nada por más de 50 años.", dijo James al borde de las lágrimas sobre el podio y con los trofeos de campeón y Jugador Más Valioso en las manos.
"Nunca me presioné o estuve obsesionado, pero sé lo que significa. Hicimos historia y ahí vamos con este trofeo de regreso a casa".
Fue más que difícil para los Cavaliers, un equipo que dominó la Conferencia del Este de punta punta, pero que nunca estuvo satisfecho con su propio desempeño y tuvo problemas internos.
Echaron al entrenador David Platt, con el que los Cavaliers perdieron las Finales del año pasado precisamente contra estos mismos Warriors.
Llegó el entrenador novato Tyronn Lue, por quien nadie daba nada. Incluso ni después de clasificar a postemporada y caminar sin problemas las primeras rondas de los playoffs, antes de conquistar el segundo título al hilo de su conferencia.
Después perdieron los primeros dos de la serie. Y mucho menos apostaban por ellos.
Los Cavaliers son ahora el primer equipo que lleva a siete juegos una serie que perdían 1-3. También son los únicos que ganan ese séptimo partido al coronar tal remontada. ESPN