El 2022 fue el año de la reapertura, después que el gobierno eliminara en febrero todas las medidas restrictivas contra el Covid-19, tras decretar que la pandemia había bajado en la República Dominicana y por consiguiente, el país merecía y necesitaba una recuperación emocional y dejar atrás las medidas que se tuvieron que imponer para un tiempo que ya es pasado.
El uso de la mascarilla, la necesidad de presentar la tarjeta de vacunación para acceder a todos los lugares o las restricciones en espacios públicos fueron dejadas por el presidente Luis Abinader, en discurso a la nación, bajo responsabilidad individual de todos y cada uno de los ciudadanos.
Pero de inmediato se armó un torbellino con el anuncio del mandatario, que llevó al ministro de Salud Pública a aclarar raudo y veloz que no se había decretado el fin de la pandemia en el país y que debían los ciudadanos seguir llevando mascarillas en centros de salud, así como continuar la vacunación.
Para la fecha, el Ministerio de Salud Pública anunció el inicio de la vacuna a menores de edad escolar, iniciativa que buscaba abarcar alrededor de un millón 236 mil niños entre 5 y 11 años, para protegerlos contra el virus, argumentó el ministro Daniel Rivera, en rueda de prensa.
Pero con el inicio del mismo año, comenzaron las denuncias de falta de medicamentos del Programa de Alto Costo, ya en febrero el gobierno estaba admitiendo de la escasez y anunció la adquisición de 114 de los 120 renglones que se entregan a través del programa por un monto superior a los 3,800 millones de pesos.
La Asociación Nacional de Trasplantados de Riñón y Hemodiálisis, que dirige Ramón Fondeur, estuvo hasta mayo quejándose de la no entrega de los medicamentos a los incluidos en el programa.
Las autoridades respondieron de inmediato, que buscarían un mecanismo para que a través de la Seguridad Social se garantizaran los medicamentos a esos pacientes, alegando la necesidad de un equilibrio financiero que permita optimizar lo que denominaron como la mayor inversión histórica en medicamentos de alto costo, la cual dijeron supera los nueve mil millones de pesos para 15,642 pacientes en el año 2022.
Para 2022, el gobierno presupuesto para la salud 123, 452 millones, 761 mil 388 de pesos, de los cuales el propio ministro Rivera reveló que casi 10 mil millones fueron invertidos para atención a los haitianos ilegales, entre ellos a miles de mujeres que vienen al país a tener a sus hijos, llegando en algunos hospitales al 50, 70 y hasta el 80 de las parturientas atendidas, como el caso del hospital de Mao en la provincia Valverde.
Pero reabierto el país, por la reducción del covid, comenzaron a aumentar los casos de dengue y terminaron con una cifra respetable de alrededor de nueve mil contagios, de acuerdo a cifras publicada por los medios y alrededor de 42 fallecimientos confirmados.
Además se dispararon los casos de leptospirosis, enfermedad producida por la orina del ratón y la rata, sumando alrededor de 150 los diagnosticados, con 20 fallecimientos. También la malaria incrementó los contagios, registrándose unos 270 casos sin defunciones y la mortal meningococemia, de la cual se informó de cinco personas afectadas, de la cual murieron dos.
Otra enfermedad que tocó al país en el 2022 fue la viruela del simica o del mono, registrándose los primeros casos en mayo, que llevaron a declarar la alerta epidemiológica, aunque los contagios confirmados no pasaron de la veintena sin muerte.
Terminado el verano comenzaron a surgir los casos de influenza, que llevaron al gobierno a aplicar más de medio millón de vacuna a niños, a embarazadas y envejecientes, aunque la inoculación abarcó a todo el ciudadanos que así lo prefirió.
La lucha de los médicos y las enfermeras por aumento salarial y por la cancelaciones, no se quedó atrás, pero el enfrentamiento con las ARS, sin dudas, fue la causa que con mayor radicalización abrazó el Colegio Médico Dominicano.
En esa lucha, que tiene como génesis la reforma de la Ley 87-01 de Seguridad Social, cerró el año dejando sin atenciones a los afiliados de las ARS Universal, Mapfre, ARS Monumental en la región Norte, Renacer en el Sur y ARS Simag en el Este.
Pero la advertencia del gremio médico, dirigido por Senen Caba, que ha logrado apoyo de otros sectores profesionales como el Colegio de Abogados de la República Dominicana y de la Asociación Dominicana de Profesores, es que comenzando la suspensión afectará a la mayor de las ARS, Humano.
En octubre el temido cólera volvió a dejarse sentir en el país, como extensión del brote activo en Hiatí. Hasta mediado de diciembre se habían diagnosticado 10 casos, pero en el barrio La Zurza de la capital, al cual corresponden ocho, se denuncia de cuadros diarreicos que tenían ingresados a por lo menos cinco personas, entre ellas dos niños al finalizar diciembre, a la espera de confirmar otros cuatro sospechosos.
Pero sin lugar a dadas el covid, la enfermedad que se mantuvo por todo el año atacando a los dominicanos, volviendo a dispararse los contagios entre finales de noviembre y diciembre, producto de la nueva variante Omicron XBB.
Esto llevó a las autoridades de salud a retomar la vacunación y hasta a anunciar la compra de la vacuna nueva, que denominan bivalente. Aunque el ministro Daniel Rivera advierte que solo se aplicará a los que han cumplido con el esquema de vacunación.
El 2022 terminó con una población vacuna por covid de 7 millones 300 mil personas y 16 millones 142 mil dosis administrada. Y aunque se vencieron millones de dosis, con pérdidas económicas de decenas de millones de dólares, todavía alrededor de cinco millones de ciudadanos no se inocularon ni con la primera dosis.
En cuanto a los casos confirmados del virus desde la pandemia se reportaron 656,540,000 y las defunciones son 4,384.