Ciudad del Vaticano.– El papa Francisco aseguró hoy que la familia "se funda" sobre "la unión conyugal entre un hombre y una mujer" y que "todo verdadero matrimonio, incluso el no sacramental, es un regalo de Dios", durante una audiencia a los miembros del Tribunal de la Rota Romana, con ocasión de la inauguración del Año Judicial.
"En la Iglesia y en el mundo hay una fuerte necesidad de redescubrir el significado y el valor de la unión conyugal entre un hombre y una mujer, sobre la que se funda la familia", dijo el pontífice, al recibir a los prelados auditores, funcionarios, abogados y colaboradores del Tribunal, incluido su presidente, monseñor Alejandro Arellano.
De hecho, resaltó, "la ignorancia práctica, tanto personal como colectiva, sobre el matrimonio" es "un aspecto ciertamente no secundario de la crisis que afecta a tantas familias".
A juicio de Francisco, "el matrimonio según la Revelación cristiana no es una ceremonia o un acontecimiento social, ni tampoco una formalidad; ni siquiera es un ideal abstracto: el matrimonio es una realidad con una consistencia propia y precisa", no una "gratificación afectiva" que puede "modificarse según la sensibilidad de cada persona'".
"Podemos preguntarnos -continuó- cómo es posible que se produzca una unión tan envolvente entre un hombre y una mujer, una unión que es fiel y para siempre y de la que nace una nueva familia. ¿Cómo es posible, dadas las limitaciones y la fragilidad del ser humano?" y "dejémonos sorprender por la realidad del matrimonio".
El pontífice también dijo que "no hay que idealizar el matrimonio, como si sólo existiera donde no hay problemas" y que hay que redescubrir la realidad permanente del matrimonio como vínculo.
"Esta palabra a veces se mira con recelo, como si fuera una imposición externa, una carga, una 'atadura' que se opone a la autenticidad y la libertad del amor. Si, por el contrario, el vínculo se entiende precisamente como vínculo de amor, entonces se revela como el núcleo del matrimonio, como un don divino que es fuente de verdadera libertad y que custodia la vida conyugal", añadió.
Para el papa, el matrimonio es "un bien de extraordinario valor para todos", lo que "nos lleva a reconocer que todo verdadero matrimonio, incluso el no sacramental, es un regalo de Dios a los cónyuges. El matrimonio siempre es un regalo".
También se refirió a "los matrimonios en crisis" a los que la Iglesia "acompaña con amor y esperanza" y destacó que "un recurso fundamental para afrontar y superar las crisis es renovar la conciencia del don recibido en el sacramento del matrimonio, don irrevocable, fuente de gracia en la que siempre podemos contar siempre".