AGENCIAS.- En Japón, un sonado escándalo de fondos secretos está provocando agitación en el Gobierno y debilitando al impopular primer ministro Fumio Kishida.
Las investigaciones están en curso, y Kishida ha tenido que realizar cambios en su gabinete. Este escándalo ha desencadenado un ambiente de preocupación en el Partido Liberal Democrático (PLD), ya que la limpieza no perdona a los líderes del partido.
El primer ministro Fumio Kishida, comprometido a actuar "con la rapidez de una bola de fuego", ha llevado a cabo una remodelación dentro de su partido como parte de su esfuerzo por "poner la casa en orden y restaurar la confianza del pueblo", según informa el Japan Times.
Cuatro ministros ya han dejado el gabinete, y la purga continúa. En un reciente desarrollo, el jueves 21 de diciembre, Kishida solicitó la renuncia de dos influyentes miembros del Partido Liberal Democrático que pertenecen a la facción principal del partido, conocida como Seiwa Seisaku Kenkyukai. Esta facción, tradicionalmente influyente y liderada por el difunto ex primer ministro Shinzo Abe, está en el centro de un escándalo de fondos secretos.
El escándalo implica un presunto fraude financiero que habría permitido a numerosos miembros del PLD enriquecerse ilegalmente mediante el sobreprecio de las entradas para eventos de recaudación de fondos. El dinero, obtenido de esta manera, se habría desviado sin declararse adecuadamente. En los últimos cinco años, alrededor de 500 millones de yenes (aproximadamente 3,2 millones de euros) habrían acabado en los bolsillos de los líderes del partido conservador.