El presente proceso electoral tiene, entre otras, la dificultad de la oposición en lograr presentar un tema que atraiga y motive a la población dominicana.
Los intentos del PLD y de la Fuerza del Pueblo van y vienen en busca de diversas situaciones del diario vivir de los dominicanos, sin alcanzar todavía pegar en la conciencia del pueblo.
Temas tan sensibles como la inflación, la delincuencia, el desempleo, la corrupción, la inversión en obras de infraestructuras, la pobreza, etc. , son realidades recurrentes en el sentir de la población. Sin embargo, esos problemas no han tomado preponderancia determinante para predecir resultados electorales.
Si bien es cierto, que el aumento de los precios golpean fuertemente a la población, y que puede ser un motivo que afecte la popularidad del gobierno del PRM, hasta el momento, la inflación no se ha convertido en algo que prevea resultados adversos al gobierno.
Con el tema de la delincuencia ocurre
lo mismo, no se percibe que vaya a hacer un factor que haga cambiar la correlación de fuerzas entre el gobierno y la oposición.
La carencia de un tema enganche le está quitando empuje al PLD y a la Fuerza del Pueblo, lo que incide en sus posibilidades de éxitos para las elecciones presidenciales de mayo.
En las eleccionesdel 2020, el PRM colocó en el centro de su campaña el tema de la corrupción y la impunidad, que junto con la marcha verde, lograron que prendiera en la conciencia nacional hasta convertirse en un fenómeno político-social.
Abanderados de la transparencia, el PRM se presentó como la opción diferenciada al PLD, logrando conectar con las aspiraciones de la población en la coyuntura electoral pasada.
Aunque según diferentes encuestas el tema de la corrupción ha disminuido en el interés de la población, el PRM todavía lo utiliza como una espada que pende sobre la cabeza de la oposición.
A diferencia del PLD y la Fuerza del Pueblo, el gobierno del l PRM han podido mantener el tema de la corrupción y la impunidad como tema de enganche, para atemorizar a la oposición y así disminuir su beligerancia y limitar su capacidad de recuperación.
Para el PLD no resulta tan fácil conectar con el sentimiento de la población en la presente coyuntura electoral, por el hecho de ser tan reciente su paso por el gobierno.
Viendo críticamente las campañas electorales, no debieran continuar siendo simplemente como un carnaval de colores carente de propuestas.
Los dominicanos aspiramos legítimamente que los procesos electorales se constituyan en un espacio de propuestas creíbles y confiables en procura de mejorar la equidad y los niveles desarrollo de nuestro país.