República Dominicana.-La Unión Demócrata Cristiana –UDC- respaldó hoy la política migratoria del presidente Luis Abinader, y la forma en que está manejando la delicada situación haitiana, sobre todo al rechazar las presiones de organismos internacionales para establecer campamentos de refugiados en territorio nacional.
Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, presidente de la UDC, manifestó que el pueblo Dominicano tiene que estar muy alerta sobre cualquier presión injerencista de los Estados Unidos, a través del Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony J. Blinken.
Al mismo tiempo, dijo que levanta suspicacia que Blinken diga que espera siga el apoyo de la República Dominicana para sacar a sus ciudadanos que se encuentran en Haití. Que hable claro el señor Blinken, los norteamericanos, la primera potencia del mundo, no necesitan a los dominicanos para sacar a sus nacionales de Haití.
Resaltó que también las Naciones Unidas, a través de todos sus organismos, y Canadá, están trabajando a tiempo completo en una acción que hace presumir que ellos quieren que República Dominicana entre de lleno en la crisis haitiana.
“Estamos con el Presidente Abinader, y lo apoyamos verticalmente, cuando dice que ni un solo soldado dominicano participará en una intervención militar a Haití, y que no se van a establecer campamentos de refugiados en territorio nacional”.
Apuntó que los Estados Unidos siempre mantienen una línea de presión al gobierno dominicano para que pare las deportaciones de ilegales haitianos, y para que establezca campamentos de refugiados en el país.
Añadió que es muy sospechoso que Blinken de la cara después que Amnistía Internacional acusó a República Dominicana de racista y pidiera que se suspendan las deportaciones.
Señaló que la organización Amnistía Internacional miente al mundo y calumnia en forma vil e irresponsables a la República Dominicana cuando acusa a las autoridades y al pueblo de someter a los haitianos a un trato inhumano, negándole su derecho a permanecer en territorio nacional.
Enfatizó que más que injerencia, este es un atrevimiento, una calumnia, una mentira vil y malsana de un organismo como Amnistía Internacional que a pesar de su buena hoja de servicios, ahora se convierte en un altoparlante irresponsable de políticas delineadas por las grandes potencias.
Rechazó que en la República Dominicana se practique el racismo y la violación de los derechos humanos de los haitianos, y destacó que las deportaciones de ilegales tienen que continuar.