Según un informe de El Nuevo Día en Puerto Rico, la criminalidad ha bajado durante los últimos días que han coincidido con los éxitos de la selección boricua en el Clásico Mundial de Béisbol. De hecho, el reporte indica que desde el viernes pasado, las autoridades policíacas no han anunciado asesinato alguno en la isla.
El consenso es con tanta atención sobre las hazañas en el Clásico de la representación puertorriqueña, que disputará la final el miércoles luego de su emocionante victoria sobre Holanda en la semifinal el lunes, la distracción deportiva ha incidido en el declive de la violencia y la delincuencia en sentido general.
Por supuesto, esas noticias agradan a los integrantes de la selección de Puerto Rico.
"Significa todo, porque obviamente Puerto Rico está pasando por una situación muy difícil ahora mismo y hemos sido capaces de unir el país a través del deporte, del béisbol", dijo Carlos Correa, tercera base del equipo boricua. "Hemos unido a un país a través de un deporte y eso para nosotros significa demasiado".
En Puerto Rico, se ha destacado el hecho de que durante los juegos de la selección, que son a altas horas de la noche en Hora del Atlántico, se han juntado multitudes a ver los partidos en centros públicos con pantalla gigante y en todo tipo de negocios como restaurantes y bares.
Al menos durante estos días, las noticias sobre la crisis de la deuda y otros temas al margen de lo positivo ocupan un segundo plano ante lo logrado hasta ahora por el equipo de béisbol.
"El pueblo de Puerto Rico está pasando por situaciones difíciles en cuestión económica, y el ánimo está un poquito en baja", expresó el manager de la selección, Edwin Rodríguez. "Estos son momentos críticos, social y económicamente, y este tipo de torneo y este equipo, tan juvenil y jugando con tanta alegría, le dan un alivio y la da una esperanza.
"Es una alegría colectiva para el país y cada uno de esos integrantes, tanto jugadores como cuerpo técnico, estamos conscientes de eso".
Tal como expresa Rodríguez, no es solamente el hecho de ganar, sino también el entusiasmo que se ve en el terreno de juego con la energía que exhiben jugadores como Javier Báez, Yadier Molina, Correa, Francisco Lindor y muchos más.
"Hemos podido unir al país completo, ya con el pelo rubio, los juegos", comentó Edwin Díaz, cerrador del equipo de Puerto Rico. "El país está unido y ha bajado la criminalidad estas dos semanas que hemos estado acá en el Clásico Mundial. Eso es lo que queremos, como país, como jugadores: unir al pueblo y darles lo mejor a ellos".
Ahora para la selección, falta una victoria más para completar la tarea que quedó pendiente hace cuatro años, cuando Puerto Rico perdió la final ante la República Dominicana.
Eso es lo que se espera en la isla.
"El pueblo está eufórico", afirmó Rodríguez. "En Puerto Rico, desde que comenzó el torneo, ellos anticiparon que el equipo iba a seguir mejorando y mejorando.
"Son tres horas de diferencia. A veces los juegos (terminan) a las 2 de la mañana un lunes o martes y ellos están pegados al televisor. El pueblo de Puerto Rico nos está siguiendo y cada uno de los muchachos está consciente de que una victoria o una buena participación le da ese ánimo, esa esperanza". Con datos de Las Mayores