República Dominicana-Hatuey Tavares, abogado del pelotero Alejandro de Aza pidió este viernes la asignación de un fiscal para el caso de estafa de al menos seis millones de pesos, de Joeli Decena contra su cliente.
Explica que la fiscal que estaba a cargo del caso, era de entrenamiento y fue trasladada hacia Santo Domingo.
Hatuey Tavares, abogado del jardinero central de Boston, explica que Joeli Decena estafó a su a su cliente a través un negocio de compra y venta de inmueble que ambos montaron.
Narra el abogado que De Aza conoció a Decena cuando este era parqueador y se hicieron amigos por ser oriundos del mismo Batey en La Romana.
De acuerdo Tavares, el pelotero y el parqueador, que al cabo de un tiempo heredó una fortuna de un italiano, quien era su supuesta pareja sentimental, se cosecharon una estrecha relación de amistad.
Es cuando Joeli Tavares, quien cumple prisión de tres meses de prisión como medida de coerción, por el caso propuso a De Aza “montar” un negocio de compra y venta de bienes inmuebles, escondiendo sus verdaderas intenciones de estafarlo.
Puesto en marcha el negocio, añade el abogado, que el pelotero enviaba sumas de dinero desde el Bank Of American hacia su cuenta en el Banco de Reservas para que Decena realizara las compras. Sin embargo, el exparqueador adquiría los inmuebles como solares, apartamentos y otras propiedades y las ponía a nombre de tres empresas administradas por un tal Jonathan Vargas, a quien junto su hermana también involucra en la estafa.
El abogado pide la intervención del Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, pues asegura que en La Romana hay una presión mediática sobre la fiscalía, haciendo figurar a Joeli Decena como la víctima.
Tavares señala que a acusación contra Decena está debidamente fundamentada y que además han presentado pruebas que lo inculpan, pero que el Ministerio Público no ha actuado de la forma correcta.
Señala que incluso la red de “malhechores”, integrada además por la abogada de entonces de Alejandro de Aza, contrató a una mujer para que se querellara contra su cliente por violencia de género.
Teme que cumplidos los tres meses de prisión de Joeli Decena se varié la medida de coerción por presentación periódica.