Agencias.-Los líderes del G20 abren este lunes una cumbre en Rio de Janeiro bajo presión para lograr un acuerdo en la COP29, en un contexto mundial de fuertes divisiones por las guerras de Ucrania y Gaza y la próxima vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca.
Los dirigentes de las principales economías, que representan el 85% del PIB mundial y el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, buscarán avanzar en particular en el financiamiento de la lucha contra el cambio climático.
El objetivo es dilucidar cómo financiar un billón de dólares anuales de ayuda climática para los países en desarrollo, para permitir construir centrales solares, invertir en irrigación o proteger ciudades contra las inundaciones.
Xi y Keir
El presidente Xi Jinping se reunió el lunes con el primer ministro británico Keir Starmer en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, informó la emisora estatal china CCTV.
Es la primera reunión bilateral entre líderes de ambos países, desde que Xi mantuvo conversaciones, en febrero del 2018, con Theresa May, entonces primera ministra del Reino Unido.
Starmer dijo al reunirse con Xi el lunes que “una relación sólida entre el Reino Unido y China es importante para ambos países”, de acuerdo a la agencia de noticias británica PA Media.
Previo al encuentro, Londres había confirmado que los líderes sostendrían reuniones “pragmáticas”.
Disputas sobre acusaciones de espionaje, derechos humanos y el endurecimiento del control de Beijing sobre la antigua colonia británica de Hong Kong, han tensado las relaciones entre China y el Reino Unido. Sin embargo, siguen siendo socios comerciales importantes y ambos son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Lo que denuncia Intelis
El G20, que acaba de comenzar hoy en Río de Janeiro, se inicia con la alarmante denuncia de Intelis, la Unión de Profesionales de Inteligencia del Estado de ABIN, la agencia de inteligencia brasileña. En un comunicado publicado tras el atentado del pasado miércoles frente al edificio del Tribunal Supremo en Brasilia en el que murió el atacante, la dirección de Intelis denuncia, entre otras cosas, una “baja participación efectiva de la ABIN en el G20 por limitaciones presupuestarias”.
Esto se debe, dicen los profesionales de inteligencia, a que está en marcha un “desmantelamiento” de su agencia, que “vive actualmente un escenario alarmante que complica cada vez más la misión de garantizar la seguridad y la soberanía de Brasil”.
Intelis denuncia “crecientes restricciones en el acceso a herramientas tecnológicas y bases de datos, una excesiva burocratización de los procesos, que está dificultando la calidad del trabajo, el menor presupuesto disponible en los últimos 14 años, teniendo en cuenta la inflación; la falta de apoyo legal y de un marco regulatorio sólido, y una tasa de vacantes del 80% del personal”.