SAN FRANCISCO (NBAMANIACS.com).-Cinco victorias en seis partidos, la última por un más que convincente 126-102. Ese es el balance de los Golden State Warriors desde la llegada de Jimmy Butler, quien por ahora ha dado de verdad un impulso a un equipo cuya temporada empezaba a pender de un hilo. Sin embargo, con el triunfo de esta noche ante Dallas los de Steve Kerr continúan enderezando el rumbo y comprimiendo la zona media del Oeste, ganándose el derecho a volver a recuperar el optimismo.
Y es que todos los problemas de los que ha adolecido el equipo durante el curso parecieron no existir esta vez. Los Warriors no solo ganaron, sino que arrasaron y lucieron como un equipo completo, bien ensamblado y con recursos, uno para el que el mercado de traspasos fue realmente un antes y un después. Una imagen que dieron desde el primer minuto de partido.
O, siendo, justos, desde el minuto 2. Los californianos necesitaron un par de posesiones para entrar en temperatura, pero en cuanto lo hicieron lograron que este fuera un choque muy favorable y libre de sobresaltos. En otras palabras, un duelo que sirvió de escenario ideal para el debut de Jimmy Butler en el Chase Center.
El alero, que había disputado hasta ahora seis partidos fuera de casa, se presentó por fin ante su nueva afición y dio rápidamente una muestra de lo que puede aportar al equipo. En su primera canasta, exhibió su capacidad como bloqueador y para generar peligro con sus acciones sin balón, y a lo largo de los primeros minutos dio muestras de cómo podía generar puntos cómodos desde el tiro libre y aliviar la atención sobre Curry. Lo cual, junto al buen inicio del base, dio lugar a un parcial de 19-7 que abrió una brecha desde muy temprano.