República Dominicana.-El General del Ejército Nacional, Carlos Jáquez Olivero, fue el único militar del generalato del presidente Joaquín Balaguer que el 18 de marzo de 1975, un día después del asesinato del Orlando Martínez Howley, asistió al velatorio del brillante periodista, donde Nilson Martínez, hermano del comunicador y militante de izquierda, lo recibió con la expresión , parafraseando el título del libro “El coronel no tiene quien la escriba”, publicado en 1961 por el Nobel colombiano de literatura Gabriel García Márquez.
Así lo revela en su nuevo libro el presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis Acosta Moreta, una obra en proceso impresión que Luis El Gallo titula: Máximo Gómez 25 parte atrás: La Casa de Balaguer.
Nilson Martínez, hermano de Orlando Martínez, llamó a Jáquez Olivero a las 11 de la noche del 17 de marzo para darle la noticia del asesinato de Orlando y pedirle que en su condición de amigo de la familia Martínez-Howley no se separara de ellos.
EN LA FOTO: En primer plano, el padre de Orlando Martínez, Luis Mariano Martínez. Sujetándole de los brazos se aprecia a Luis Acosta Moreta, su ahijado.-
Acosta Moreta es ahijado del padre de Orlando, Don Luis Mariano, y fue durante muchos años un cercano colaborador del doctor Joaquín Balaguer, de quien se distanció a finales del año 1986, cuando el líder reformista retornó al poder, tras ocho años en la oposición.
“Tía Lucila, hermana menor de Adriana Howley, estaba casada con un primo hermano de mi madre, Domingo Moreta, quienes se criaron juntos en la misma casa en Las Matas de Farfán. Además, la madrina Elena, hermana de Adriana Howley, estaba casada con Arsenio Lebrón, quienes eran nuestros vecinos”, explica.
Luis El Gallo describe en la obra su relación con Orlando Martínez, señalando que se remonta a Las Matas de Farfán, provincia San Juan, donde vivían las familias de ambos.
“La relación entre nuestras familias era tan cercana que el padre de Orlando, Luis Mariano, fue mi padrino, de ahí proviene mi nombre de pila, Luis. Luis Mariano, padre de Orlando, era inspector de Rentas Internas en Las Matas de Farfán, mientras que mi padre (Armando Acosta) estaba a cargo de los canales de riego y la distribución de tierra en la zona”, dice Acosta Moreta en su texto.
En el mismo capítulo relata que haber distribuido parcelas a campesinos, poniendo en práctica la política de que "la tierra es de todo el que la trabaje", llevó a su padre, ingeniero de oficio en época de Trujillo, a pagar un precio alto “por no complacer a sectores que tan solo querían el control, utilizándolo”.
“Hasta tal punto, mi padre se perjudicó con su acción de distribuir parcelas de tierra ya con agua a campesinos, árabes llegados de Haití y políticos enviados por Trujillo, que se escribieron varias coplas en honor a él, tras caer en prisión. Por no seguir al pie de la letra una orden de entrega de 500 tareas de tierra a Paco Read (padre de Mario Read Vittini). De ahí nuestra gratitud con el señor Luis Mariano Martínez siendo inspector de Rentas Internas habló con el general Monclús y le entregó a mi padre, preso en la fortaleza de Elías Piña y entregado a su amigo el general Fausto Caamaño (El Alemán, como le apodó Trujillo) y, quien lo protegió y se lo llevó a su finca en Guanuma, donde en reciprocidad diseño y construyó el canal de Haras Nacionales (propiedad de Ramfis Trujillo).”
Militares y la investigación
En su libro, Luis el Gallo atribuye la renuncia de cuatro altos cargos militares del régimen de Balaguer en 1975 a la designación del general Neit Rafael Nivar Seijas como encargo para dirigir las investigaciones sobre la muerte del periodista Orlando Martínez.
“Según la versión que se escuchaba en la casa de Balaguer, dirigentes del Partido Comunista Dominicano habían logrado obtener, con la ayuda de personas dentro de las élites, la fórmula para extraer el furfural, una sustancia proveniente de la caña de azúcar que sirve para crear plástico y teflón. Esta fórmula, que aún los dominicanos desconocían, fue cedida a Fidel Castro. Esto ocasionó que Orlando entrara en conflicto por intereses económicos nacionales relacionados con el negocio del plástico, y se viera envuelto en el problema con los oficiales. Un ejemplo de ello es que los cuatro militares que renunciaron a Balaguer lo hicieron debido a que este nombró a Nivar Seijas para investigar la muerte de Orlando Martínez”, escribe Luis El Gallo.
Este lunes 17 de marzo, se conmemora el 50 aniversario del asesinato de Orlando Martínez, y con tal motivo se llevará a cabo el evento “Flores para Orlando”, en la intersección de José Contreras y Cristóbal de Llerena, frente a la Universidad Autónoma de Santo Domingo –UASD-, donde Orlando cayó abatido.
Las actividades de recordación del redactor del periódico El Nacional incluyen, además, una exposición de artes plásticas y el concierto “Artistas cantan a Orlando” el 23 de marzo, en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD.
El 27 de marzo se pondrá en circulación la segunda edición de Microscopio y se inaugurará la Cátedra Extracurricular Orlando Martínez en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la universidad estatal.
Las actividades continuarán en abril con diversas conferencias en distintas regiones del país, acompañadas de actos culturales.
Orlando Martínez fue asesinado el 17 de marzo de 1975 durante el gobierno de los 12 años de Joaquín Balaguer, ejecutado a tiros por militares y civiles.
Este caso se mantuvo cerrado por muchos años, fue al doctor Guillermo Moreno, siendo fiscal del Distrito Nacional, quien asumió la responsabilidad de reabrir el expediente Orlando Martínez, símbolo de la libertad de expresión.
25 años después de su muerte fueron condenados a 30 años los autores materiales del crimen, entre ellos, al general Salvador Lluberes Montas (Chinino), excluido por razones de salud, al general Joaquín Pou Castro, el cabo de la Fuerza Aérea Mariano Duran Cabrera, Rafael Alfredo Lluberes Ricart (Lluberito) y a Luis Emilio De la Rosa.