El dirigente choferil Blas Peralta, condenado a la pena máxima de 30 años por el asesinato del ex rector universitario Mateo Aquino Febrillet, afirmó que “con fe, en el 2020 estará en su casa con su familia”.
“Para mí 30 y 60 años ha sido igual, primero en una apelación esa sentencia será nula, cuando vayamos a casación eso baja a 15 y cuando vayamos a la Suprema Corte de Justicia va a bajar a diez. Y tengo la fe de que en el 20 estoy yo en mi casa con mi familia y no solamente eso que ahí voy a comenzar con el ministerio que yo quiero que el Señor me permita”, dijo Peralta.
Tras hacer un recuento de sus logros académicos, Peralta expresó que “el diploma más importante”, ha sido su conversión a la fe y reconoció que ha sido “tramposo y desobediente con la promesa de Dios”.
Las declaraciones fueron dadas durante un culto religioso del Ministerio Internacional Cámaras de Avivamiento, realizado en el Centro de Corrección y Rehabilitación de La Romana.
Asimismo indicó que recurrirá a todas las instancias para salir de la cárcel y que tan pronto lo haga se dedicara “a difundir la palabra del Todopoderoso”.
“Voy para la calle a pescar hombres y mujeres, niños y ancianos para traerlo al redil de Jehová de los Ejércitos, Rey de Reyes, el Señor de Señores”, aseguró.
Pidió a sus compañeros de prisión que no se avergüencen de estar presos, alegando que los que deben avergonzarse son aquellos que estando en la cárcel por sus errores no han tenido el valor de recibir a Jesucristo como su único salvador.
“Esos si no tienen esperanza”, apuntó el ex presidente de Fenatrado.
Aclaró que no conoció a Cristo en la Cárcel, sino en 1976 cuando fundó una iglesia en Villa Altagracia.