SANTO DOMINGO.- La pesca, el turismo y la protección costera en República Dominicana enfrentan una amenaza creciente debido al deterioro acelerado de tres ecosistemas marinos clave: los arrecifes de coral, los manglares y los pastos marinos. Así lo revela el informe del programa Monitorea, una iniciativa apoyada por el gobierno de Francia y desarrollada por organizaciones locales e internacionales, que por primera vez evaluó a gran escala el estado de estos hábitats.
El programa Monitorea: Integrando la Evaluación de Ecosistemas Costeros y Marinos reveló en su informe de monitoreo nacional que más del 70% de los 64 arrecifes evaluados presenta menos de un 10% de cobertura de coral vivo. En el caso de los pastos marinos, el 27% muestra coberturas inferiores al 60%, y el 19% de los manglares tiene menos del 50% de cobertura vegetal viva.
El estudio abarcó 22 sitios distribuidos en seis regiones costeras del país y muestra un panorama preocupante.
“Hoy en día esos tres ecosistemas hacen un llamado. Hemos perdido un 60% de cobertura”, advirtió Rita Sellares, directora ejecutiva de Fundemar, al presentar los hallazgos.
Estos resultados reflejan, que los ecosistemas marino-costeros en el país son vulnerables a una serie de amenazas locales y globales que comprometen su conservación en las próximas décadas. Aunque estas tendencias actualmente son comunes a nivel regional, en la República Dominicana deben incrementarse los esfuerzos de protección y restauración basados en datos y planificación estratégica, que contemple medidas de verificación, si se quiere preservar el valor económico que estos ecosistemas aportan a escala nacional.
Por su parte, Max Puig, vicepresidente del Consejo Nacional para el Cambio Climático, alertó que si continúan los daños, las consecuencias serán económicas y sociales. “Si se destruyen los arrecifes, no tendremos economía turística en República Dominicana”, señaló. También recordó que muchas actividades humanas se realizan al margen de las regulaciones ambientales.
El respaldo internacional fue clave para llevar a cabo la investigación. Sonia Barbry, embajadora de Francia en el país, explicó que el apoyo se debe a la importancia que tiene para el gobierno francés la preservación de los ecosistemas marinos.
Los resultados del estudio ponen en evidencia la urgencia de reforzar el monitoreo ambiental, restaurar los ecosistemas dañados y traducir los hallazgos en políticas públicas que garanticen su preservación.