proceso.com.do
  • Opiniones
  • Por: Máximo Sánchez
  • viernes 28 noviembre, 2025

El nacimiento del nuevo mundo multipolar   

El anatema de la violación de los derechos humanos que, adornó al gobierno comunista de la República Popular China, tuvo su clímax en la plaza de Tiananmén; el 4 de junio de 1989, las protestas masivas que se venían dando en diferentes escenarios chinos, terminaron ocupando el lugar simbólico de la revolución popular china.

El protagonismo de estas protestas fue asumido por miles de estudiantes que ocuparon esta plaza; ante este hecho que, enviaba un mensaje de descalabro de la revolución maoísta de 1949, el gobierno chino decidió cortar la ola de insurrecciones, con la masiva masacre de la plaza de Tiananmén que, según fuentes externas al gobierno dejó miles de muertos.

Las hegemonías de occidente y sus medios de comunicación, embistieron por la siguiente década, hasta el año 2000 más o menos, a la República Popular China, recalcando la represión de Tiananmén.

El despertar del Dragón

Es al comienzo del siglo XXl, con la inclusión de China en la Organización Mundial del Comercio, cuando el mundo comienza a reconocer los avances industriales, tecnológicos y económicos del gigante oriental; con un crecimiento de su PIB, promediando un 10% por casi una década, China arrastró hacia el crecimiento las economías de muchos países.

Al día de hoy, todos los analistas geopolíticos importantes, desde oriente hasta occidente, coinciden en que, el Reino del Medio, como se conoció China muchos siglos atrás, es la hegemonía económica más importante del oriente, y la segunda a nivel mundial.

Los Estados Unidos de Norteamérica es hasta ahora, la primera hegemonía del globo; con una población próxima a los 350 millones de personas, incluyendo en esa cifra, los inmigrantes ilegales no contados; el gran Imperio de occidente salió de la Segunda Guerra mundial robustecido, y estableció un gran número de bases militares para reafirmar su presencia global.  

El mercado de consumo norteamericano, aunque no se acerca en cantidad de consumidores a los grandes países asiáticos, (digamos, India y China) tiene una gran importancia por su alto poder adquisitivo; esa es la principal razón de su competencia por el mercado mundial y la importancia de los aranceles impuestos por el gobierno a otros países.

Cuando el presidente norteamericano Dwight D. Eisenhower advirtió en 1961, en su discurso de despedida de la presidencia de EEUU, que la influencia desmedida del complejo militar industrial en los asuntos de estado, podía constituirse en un peligro para la democracia, el Presidente, no podía prever que el peligro significativo, de la especulación en los mercados financieros, podría pesar más que el militarismo.

El descontrol de los mercados financieros que le arrebata de las manos al ciudadano común “el sueño americano”, es el mayor peligro que enfrentan los EEUU hoy; pues fomenta un aumento considerable de las desigualdades sociales, y con esto, una división política radicalizada de la familia norteamericana.

Ahora, mientras Los Estados Unidos de Norteamérica se esfuerza por mantener una supremacía mundial, tanto comercial como militar, enfrenta una división política interna que, condiciona la vida cotidiana de sus ciudadanos; el ejemplo más reciente, fue el cierre administrativo del gobierno, este último, considerado como el más largo en la historia de los impases políticos en el Congreso de los EEUU.

Aunque este país, continúa siendo la principal hegemonía comercial y militar global, debemos admitir que, existen problemas internos que condicionan el bienestar de sus ciudadanos, específicamente de las clases bajas de la sociedad.

Rusia resurge como la tercera hegemonía

Luego de la caída del muro de Berlín y la dispersión de algunas repúblicas de la antigua URSS, en diciembre de 1993, con la proclamación de la primera constitución de la era post soviética, se adopta el nombre de la Federación de Rusia, con un tipo de gobierno democrático y republicano, representado por un presidente elegido por voto directo, y un primer ministro escogido por la Duma.

En esta nueva etapa, sin el san Benito del comunismo, Rusia ha tenido que defender su integridad territorial, primero en la guerra con las ex repúblicas soviéticas de Chechenia en 1994 y en 1999 y luego en un conflicto armado con Georgia, en el año 2008.

En realidad, los eslavos súbditos de la “Rusia de todas las Rusia” como solía llamarle Pedro El Grande al proclamarse Zar de todas ellas, han sido protagonistas de múltiples guerras dentro de su territorio o en sus fronteras desde el principio de su historia.

Hoy, en lo que aparenta ser el final de su última guerra en esta etapa de su historia, contra el Rus de Kiev azuzado y ayudado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la Federación Rusa se reafirma como una gran potencia militar, y más que nada emerge como la tercera pata de la mesa triangular del poder hegemónico mundial.

Más de Opiniones Ver todas
Últinas Noticias
Boletín Semanal

Las noticias más relevantes de la semana en su email.

Tú contenido importa
Tú también puedes informar que pasa en tu comunidad o tus alrededores.
Videos, fotos y noticias para publicarla en nuestros medios.
Boletín Diario