Llegaron al poder empujados por la ira del pueblo contra un gobierno consumido en la maldad y el latrocinio público.
Al principio se hicieron mirar como redentores impolutos, esgrimiendo el látigo de la moral mientras apacentaban sobre el patrimonio público.
Poco tiempo después empezaron a mostrar su alucinante creatividad en los negocios público-privados, carta abierta para el robo legal del dinero del pueblo.
Modificaron la nueva ley de fideicomiso del año 2011 para convertirla en soporte legal de todo tipo de negocios privados en asociación ventajista con el gobierno y sus operadores.
Endeudaron la hacienda pública como no había ocurrido nunca antes en la historia económica de la República.
Esquilmaron las arcas del erario en todas las instituciones del estado, incluyendo el último y más sonado de los escándalos de corrupción y latrocinio, la quiebra total y saqueo del seguro nacional de salud (SENASA).
Hoy los vemos iniciar la triste caminata hacia el patíbulo de la historia: Moralistas desnudos exhibiendo su impúdica miseria humana.JG
14/12/2025