SANTO DOMINGO.- Varias patrullas de la Policía Nacional comandada por el coronel Gabriel de los Santos García, comandante del destacamento de Villa Duarte, irrumpieron de forma agresiva la madrugada del sábado sacando a los clientes, al rociar gas pimienta, que a casa llena compartían en la discoteca Zabú, de la calle Cuarta del Ensanche Isabelita, frente al club de Los Legisladores, en Santo Domingo Este.
Los clientes que compartían en tranquilidad en la discoteca Zabú salieron despavoridos y en estampida cuando el coronel De los Santos García ordenó echar gas pimienta, cuyos efectos fueron de inmediato, provocando mareos y vómitos a mujeres y hombres.
La noche iba a la perfección y disfrute de las personas al interior de la discoteca Zabú, que estaba totalmente repleta, cuando aparecieron los “grises” al frente el jefe de la tropa, el coronel Gabriel de los Santos García, quien ordenó al disc-jockey apagar la música, para luego compeler, de forma arrogante y pedante, a los disfrutantes a salir del lugar.
A lo que, los clientes comenzaron a cantar el estribillo “Vamo quedarno aquí, porque somos más que la patrulla”, de la canción “Llegan los monstro men”, que interpretan los artistas urbano Mozart La Para y Shelow Shaq, y la respuesta del coronel policial fue ordenar soltar el gas pimienta, lo que se interpretó como que le cayó mal la canción del género urbano.
La actuación de oficial policial se dio sin éste tomar en cuenta la cantidad de personas que allí se encontraban y las puertas disponibles de salida ante tan siniestro acto que afectó ojos y respiración a casi la totalidad de los presentes en el referido centro de diversión, incluyendo al personal del bar, camareros y seguridad.
Luego de la caótica salida de las personas por culpa de coronel De los Santos García, en la parte frontal de la discoteca Zabú, varios jóvenes que salieron despavoridos del lugar le reclamaron su reprochable actuación y la respuesta de éste policía fue la agresión a macanazos y trompadas a dos civiles, a los cuales luego montaron en la patrulla los 20 agentes que acompañaban y ejecutaron a la perfección las instrucciones de su comandante, entre ellos, una policía que se dio gusto macaneando a todo hombre que se acercara a la camioneta.