El ministro de Educación, Andrés Navarro, sostuvo que en un mundo de constante cambio y evolución, los profesionales de hoy deben innovar, aplicando nuevos conocimientos y prácticasbajo un estricto sentido ético para “traspasar las barreras de la eficiencia y ser efectivos”, en procura de generar un impacto positivo y agregar valor a la vida de los demás.
Navarro se expresó en estos términos durante la Nonagésima Quinta Ceremonia de Graduación de Pontifica Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), donde fue el orador invitado y exhortó a los jóvenes graduandos a continuar preparándose, pues la educación y la formación no concluyen con la graduación universitaria, sino que apenas comienza.
El funcionario manifestó que, en el ejercicio de toda profesión, lo estrictamente moral no es suficiente, y aseguró que además de ser moral se requiere ser ético.
Dijo que no se trata de cumplir simplemente con un horario, unas tareas y unas metas, sino de que el impacto sus actuaciones profesionales y personales, sean positivas sobre todos aquellos que están vinculados a ellos, ya sea en condición de superiores, de compañeros de trabajo, de dependientes, de clientes, Etc.
En ese sentido, el ministro de Educación animó a los jóvenes graduandos a asumir en la vida una actitud para el aprendizaje permanente, ya sea adquiriendo nuevos grados académicos o autoformándose por medio a la lectura o el ejercicio profesional.
Asimismo, los invitó a ser humildes, prudentes y acompañar el desarrollo profesional con el espiritual para ser fuente de motivación para el bien, “haciendo de su profesión un medio para sacar de ellos lo más sano y positivo para el bien de todos.
Instó a privilegiar el diálogo como principio fundamental de la interacción personal y profesional, y la colaboración como método transversal de actuación, ya que fomenta el trabajo en equipo y facilita un ejercicio efectivo de la profesión.