La gente que asiste a los mercados se queja por los altos precios de los artículos de consumos, en especial los víveres y vegetales.
Los vegetales atraen la vista por su frescura en el Mercado de Santo Domingo, pero al ver los precios la gente comienza a olvidarse la belleza de los mismos.
En el caso de Roberto Pineda se queja de que la cebolla en las guagüitas está a 30 pesos la libra y en el Merca Santo Domingo la están vendiendo a 50 pesos y su reacción es que todo está caro.
Mientras que Silvia Luna afirma que todo está caro pero que es obra de Dios y que hay que dar las gracias por la calidad de los productos.
La gente aunque encuentra caro los precios de los productos se resigna porque de todos modos hay que comprarlos.
Otros compradores atribuyen la situación a que la naturaleza tiene el control porque cuando hay escases suben los productos y cuando hay abundancia los mismos tienen a bajar de precios.
Lo que es inocultable es la cantidad de productos frescos que hay los mercados nacionales.