El joven condenado a 35 años de prisión por terrorismo, Frank Kelin Holguín, tras incendiar una mochila en uno de los vagones del Metro, habló por primera vez ante el Tribunal, negando que haya incendiado dicho vagón.
Dijo al juez que luego de salir del Metro compró en un colmado de la Duarte una caja de fósforo y una vela.
Narró que vendía botellitas de gasolina para ganarse la vida y que ciertamente entró al vagón con combustible en su mochila, al buscar su móvil vio que había humo y que se incendió.
Cuando la juez le preguntó cómo se podía encender la gasolina sin fósforo, él contestó: “al sacar el celular después de eso vi que se prendió la gasolina".
El testigo, Mario Salas, afirmó que Holguín Medina miente al Tribunal al de decir que la gasolina se incendió sola en su mochila, “yo lo vi incendiando”.